Cuento 10: Una persona de extraño sombrero

Espectador, o espectadora, te encuentras en un asiento de un bar, una noche despues de año nuevo. 
Una persona tapada con un gran saco y un extraño sombrero fedora, ambos de color negro, se coloca a tu lado y saca su sombrero, notas que su rostro te suena muy familiar al verle.

Antes de abrir la conversación se sienta a tu lado - Eh, ¿Qué tal? - Comienza la conversación con una calida sonrisa y un ladeo de cabeza tierno. Hay algo que no te cuadra, pero le dejas pasar, pues esa persona te resulta agradable, especial. Crees haber visto esa persona alguna vez. Esa persona, al tú no responderle, cruza las piernas una encima de la otra y cabia su rostro feliz a uno de preocupación. 

Te das cuenta que está mirando detenidamente tus heridas. Tanto las superficiales como aquellas internas dentro de tu corazon, dentro de tu mente. -¿Fue dificil el año, eh? - Aquella persona alza la mano al cantinero y te invita tu trago favorito, tu accedes, el cantinero te lo trae enn tu vaso favorito, ese que tiene algo peculiar que a tí  tanto te gusta.

Esa persona se sirve lo mismo que tú. Cuando el cantinero trae las bebidas, esa persona vuelve a retomar la conversación mientras observa antes su propio vaso unos segundos - Eh, alegrate, al menos no esperas un hijo - Bromeó. - Y si lo haces... Bueno... pues perdoname el atrevimiento. - Le da un sorbo largo a su vaso en la pausa y luego lo deja nuevamente en la barra a un lado de su gorro.

Para cortar con el silencio aplaude una vez con sus manos y las mantiene sobre su regazo. - Este año ha tenido de todo, lo veo dentro de tí - Esa persona te señala varias veces - Se que te arrepientes de mucho y guardas miles de cosas más aún. Todo por la impotencia que te da que la gente no te pueda entender... Aunque lo intente. ¡Pero mira el lado bueno! - Dice cambiando su voz a una repentina de asombro. - No solo somos campeones del mundo ¡Sino que te ves muchisimo mejor que antes! Has progresado muchísimo, estoy orgulloso de tí.

Esa persona al ver tu cara de "no lo creo" insiste con los brazos abiertos- Si no me crees, quiero que mires tus estados de instagram anteriores - Dice entre risas - De hecho a mi me paso, todos nos damos cuenta el progrezo que hicimos una vez viemos nuestro vergonzoso pasado en nuestros estados.

Luego de una pausa en la que ambos toan tiempo para reirse, tu te le quedas observando con cierta cara de desconcierto.

-Me temo que desde aquí no puedo ayudarte a mejorar. Solo soy un producto de tu imaginación - Prosigue ahora con menos pena en su vo - Pero estoy seguro que otros sí pueden hacerlo por mí. Tienes terapia, amigos que no ves porque sientes que molestas... O tambien puedes darle chance a tus propios sentimientos de sentir amor. - Esa persona al ifnal se encoge de hombros - ¿Qué puede salir mal? La felicidad se busca despues de todo. ¡Qué esperas para este año hacerlo mucho mejor que el anterior? - Esa persona pone sus manos en tus hombros y te mira con los ojos que te miraría un padre a sus hijos, esa sincera y brillante, una vez más, te vuelve a sonreir. -Sabes que eres especial, y no hace falta que te lo diga yo - Dice negando con una gruesa voz - Solo debes demostrarlo y demostrártelo. Centrate en lo que puedes cambiar, y en lo que no hay nada que hacer. No intentes culparte, no ess tu culpa aquello que no puedes controlar, al menos no tu exclusiva culpa.

Aquella persona se reclina hacia atrás y agarra su vaso. Tu tambien lo haces y le das un sorbo. - Recuerda que hay gente que no quiere cambiar, solo no lo intentes. Lo importante está en hacer tu trabajo. Y eso incluye intentar convencer al amor de tu vida que eres un partidazo, por ejemplo - Murmura guiñando un ojo - Despues si acepta o no ya no dependerá de tí. Pero prométeme eso ¿sí? 

Tu acompañante alza una vez más el vas y tu brindas también.

-Harás y te preocuparas solo de lo que esté a tu alcance. Haz como si tu vida dependiera de ello, pues depende de ello.

Ambos le dan ahora un trago profundo a la bebida, lueo de un suspiro con sabor a gas, ambos dejan el vaso en la barra, la misma se desvanece de tu mirada y luego aquella persona te acerca su gorro. Al principio con rareza le miras, pareciera que te ofrece su gorra.

-Aquí abaj tengo un regalo para tí. Levantalo. Esty ansioso de que veas que te traje.

Tú lentamente posas la mano sobre el gorro. Alternando tu mirada en ello y en aquella persona especialmente familiar.

Esa persona con las cejas alzadas te motiva una vez más a que lo hagas.

Cuando levantas la gorra con lentitud, ves dentro de ella una pantalla de luz, donde posas tú, con la persona que amas, con las cosas que añoras (incluso ese tatuaje o ese piercing que tienes pensado hacerte o ese vestir que sientes que te queda genial).  Te ves allí con tus sueños, no con ellos cumplidos pero sí feliz y sonriente, sonriente por el proceso, por haber dado un paso más hacia aquello que amas.

Por un momento te exhaltas y te levantas de la silla con asombro. Esa persona que te regalo su sombrero ya no está frente a tí, desapareció y sientes que nunca más lo verás en tu vida. Así que agarras su gorro y vas a la vidriera del bar para mirarte a tí en el reflejo del mismmo. Te pones el gorro aunque te siente raro que tenga un "2023" marcado en uno de los bordes de las alas del fedora, sientes que te queda genial. Te ríes y decides pagar la cuenta, antes de salir por la puerta, vuelves a mirarte en ese reflejo y a sonrojarte por lo bien que te queda ese gorro.

Personalmente, espectador, siento que te queda a la perfección.

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